27.3.10

Cuaresma

En esta cuaresma desértica,
anduve angustiado porque no tenía tema.
Me quedé sin barco, timón, sin velas.
Pero Tú, me miraste a los ojos...
y con agua viva empapaste la tierra
para que de una nueva semilla,
[sin remordimientos]
naciera un poema.